El Gobierno metió otro bombazo en su plan de ajuste y desregulación: autorizó la privatización total de Intercargo, la empresa estatal que se encarga de los servicios de rampa en 21 aeropuertos del país.

Sí, la firma que mueve valijas, traslada pasajeros entre aviones y terminales, y asiste a las aeronaves en tierra, pasa a manos privadas. Lo anunció oficialmente este lunes con el Decreto 198/2025, publicado en el Boletín Oficial. La venta será por licitación pública, abierta tanto a empresas nacionales como extranjeras.

¿Por qué la privatizan?
Según el Gobierno, Intercargo necesita guita para modernizarse, algo que ya no va a salir de las arcas del Estado. Entre 2020 y 2023, la empresa recibió $6.700 millones en asistencia estatal para seguir funcionando. Pero en 2024, con el plan de “no hay plata”, se le cortó el chorro.

Desde Casa Rosada aseguran que la privatización es la única forma de que se hagan las inversiones necesarias sin poner más fondos públicos. Además, apuntan a que haya más competencia y que eso baje los costos para aerolíneas y pasajeros.

¿Qué es Intercargo?
Es una empresa pública fundada en 1961, pero que en 1990 consiguió la concesión exclusiva para operar los servicios de rampa en los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque, y después se fue expandiendo. Hoy está presente en 21 terminales aéreas del país y es clave para que los aviones puedan operar normalmente.

¿Qué viene ahora?
El Ministerio de Economía, junto con la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, se encargará de todo el proceso de venta. Ojo, los trabajadores no tendrán participación preferencial en la compra de acciones, algo que a veces se contempla en privatizaciones. Acá, van a subastar el 100% de las acciones al mejor postor.

Antes de transferir la empresa, se tiene que rescindir el contrato de concesión que Intercargo tiene con el Estado desde los ‘90. Eso también fue ordenado en el decreto.

¿Y si se corta el servicio?
Según lo que firmaron, el Ministerio de Economía tiene que asegurarse de que los servicios no se interrumpan y que se siga operando con normalidad, porque todo esto es considerado esencial para mantener la conectividad aérea del país.

Privatización modo turbo
Esta venta de Intercargo no es casual. Forma parte de la Ley Bases, también conocida como “Ley Ómnibus”, que habilitó al Ejecutivo a avanzar con privatizaciones masivas. En este caso, la idea es liberar al sector de “interferencias estatales” y permitir que los privados metan mano con inversiones para mejorar la logística aeroportuaria.

En resumen: otra empresa pública que pasa al sector privado, en línea con la filosofía del Gobierno de achicar el Estado y dejar que el mercado se haga cargo.