El ascenso y la caída de un peso pesado

Julio Miguel De Vido, quien alguna vez fue uno de los hombres más influyentes de la política argentina, atraviesa hoy un panorama judicial complicado. A sus 75 años, el ex ministro de Planificación Federal —clave en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner— ya cosecha una condena firme y enfrenta varias causas por corrupción y fraude.

Una carrera marcada por el poder 💼

De Vido fue la mano derecha de Néstor Kirchner y tuvo bajo su órbita los principales negocios de obra pública del país, además de manejar relaciones internacionales clave, como las que mantuvo con el chavismo en Venezuela. Su influencia era tal que hasta los líderes provinciales lo buscaban para conseguir fondos.

Condenas y juicios: el saldo de su paso por el Estado 🏛️⚖️

Hoy, el ex ministro acumula una condena firme de 4 años de prisión por administración fraudulenta, en la causa por la importación de trenes usados desde España y Portugal, conocidos como los «Trenes Chatarra». Esta condena lo dejó fuera de juego políticamente, ya que también incluye inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

Pero eso no es todo: en septiembre pasado sumó otra condena a 4 años de cárcel, esta vez por irregularidades en la importación de Gas Natural Licuado (GNL). Aunque ambas sentencias aún esperan la confirmación de los máximos tribunales, todo indica que el futuro de De Vido está más cerca de una prisión domiciliaria que de un regreso al poder.

Más causas, más problemas 🚨

El panorama judicial no termina ahí. De Vido está siendo juzgado como presunto organizador de una asociación ilícita en la famosa causa de los «Cuadernos de las Coimas», donde podría recibir entre 2 y 12 años de prisión. Además, enfrenta cargos en el caso Skanska, relacionado con contratos de obra pública, y fue procesado por desvío de fondos en el escándalo de «Sueños Compartidos» de las Madres de Plaza de Mayo, entre otras investigaciones.

Un pasado de aliados y traiciones 🤝🔪

En su momento, De Vido fue un aliado clave para Cristina Kirchner, pero todo cambió en 2017, cuando la ex presidenta impulsó su desafuero y detención por la causa Río Turbio. Su esposa, Alessandra Minnicelli, no esconde su bronca contra quienes antes le pedían favores y ahora le dan la espalda. Tampoco se olvida de la líder opositora Elisa Carrió, una de sus principales denunciantes.

El impacto internacional 🌎

Su fama de funcionario polémico traspasó fronteras: en 2023, el gobierno de Estados Unidos, bajo Donald Trump, le prohibió la entrada al país, denunciando públicamente los casos de corrupción que lo involucran a él y a Cristina Kirchner.

Chats, trolls y estrategias en las sombras 💬👤

La influencia de De Vido no terminó cuando dejó el ministerio. En 2021, se filtraron chats con su ladero Roberto Baratta donde se revelaba cómo operaban para instalar temas en los medios, bajar línea a periodistas afines y hasta coordinar ataques a opositores y ex funcionarios del macrismo. Según las investigaciones, también manejaban grupos de trolls para manipular la opinión pública en redes sociales.

El costo de la corrupción 😱💸

Un estudio de Ariel Coremberg, economista del CONICET, estimó que los hechos de corrupción vinculados al ministerio de Planificación durante la era K podrían haber desviado unos 36.000 millones de dólares. Una cifra que deja en evidencia el impacto real de estos casos en la economía argentina.

Un futuro lejos del poder

Mientras cuida sus aves en su chacra de Puerto Panal y espera que la justicia decida si le otorga la prisión domiciliaria por su edad, De Vido enfrenta la posibilidad de pasar el resto de su vida alejado de la política y la vida pública. Su historia es un recordatorio de que el poder no es eterno, y que los actos cometidos desde el Estado pueden tener consecuencias graves y duraderas.